sábado, 10 de febrero de 2007

Calor dominicano

Regresaron las Águilas victoriosas y todos los fanáticos acudieron a su llegada. El aeropuerto fue la base principal para que los integrantes de este equipo recibieran el calor del pueblo dominicano y de los “aguiluchos”.

Es que sin lugar a dudas el dominicano vive la pelota y mejor aún, disfruta sus triunfos al máximo. Durante todo el recorrido que realizó el equipo campeón por la capital, fanáticos y no fanáticos se unieron creando una gran caravana.

Este triunfo, sin embargo no es solamente del equipo de las Águilas, sino también, de todos los dominicanos. Esta es la décimo sexta ocasión en la que el país gana la Serie del Caribe, distribuidas en nueve para el Licey, cinco para las Águilas y dos para los Leones.

Miles de dominicanos siguieron de cerca cada partido. Los que no pudieron estar en el estadio, no se despegaron del televisor hasta que se logró la victoria. En esta ocasión, no se era liceísta, escogidista o aguilucho, se era dominicano.

Es emocionante como un deporte puede hacer lo que otras cosas no pueden, unir a los dominicanos. La desilusión de que no ganara el equipo favorito de cada uno paso a segundo plano, lo importante era que ganara República Dominicana.

Esta pasión por el Béisbol, que unió a muchas familias sólo para ver un juego, sería una herramienta poderosísima si también se empleara en otras situaciones.

Pero por ahora solo habrá celebración y orgullo por los ganadores.

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